El masaje con ventosas es un método de tratamiento muy antiguo que se conoce en muchas culturas. Esta es una técnica de masaje especial en la que se aplican estímulos reflexivos al sistema de energía del cuerpo a través de segmentos de la piel. Primero se frota la piel con aceite y luego se coloca sobre la piel una ventosa con una presión negativa previamente creada. Como resultado, la piel, junto con el tejido subcutáneo, se introduce en el vaso y se succiona, por así decirlo. El cabezal de ventosas ahora se mueve hacia adelante y hacia atrás sobre la superficie de la piel aceitosa. Dependiendo de la cantidad de tejido succionado en el vaso, hay una ligera resistencia. Esta resistencia crea el maravilloso efecto del masaje con ventosas.

Se liberan tensiones y se mejora la circulación sanguínea. La formación intencional de enrojecimiento y leves hematomas en la superficie de la piel provoca el drenaje de productos de desecho del tejido, que son transportados y excretados a través del torrente sanguíneo.

El masaje con ventosas afecta las capas de tejido profundo y puede tener efectos positivos en el sistema de órganos. Los puntos de acupuntura también se activan con este método.